cuatro

él la miraba desde la ventana. podia verla también por la rendija de la puerta. a veces descubría sus sueños más ocultos disfrazados en sus trabajos de artes. otras veces la encontraba atrapada dentro de sus propios sueños.
ella lo veía. simplemente lo veía.

ella lo veía. lo veía más que al resto. lo esperaba después de clases. lo comía al desayuno con cereales. lo besaba en la frialdad de la desepción. lo sembraba en otoño y lo cosechaba en primavera. al igual que su amor indiferente.
el nunca se percató de nada. él sólo tiene ojos para otra luz. él no sentía su paltpitar. él no tenía fe en los juegos de azar. él no disfrutaba jugando a ser valientes.

pero ellos.
ellos si tenían algo de verdad, algo reciproco. ella cantaba en la mañana su nombre. él le recitaba el universo para reposar su cabecera. ella le reprochaba sus afanaes. él le alababa sus caprichos. ella si había dejado un mundo de envidias y de rojas pasiones de lado. el seguía en mentiras y pecados. ella lo tenía estampado en su retina. cómo él a ella.

y el primero a la segunda
y la segunda al tercero,,,